jueves, 15 de octubre de 2020

SANTA TERESA DE JESÚS

El padre Manuel Cantero (R.I.P.), escribió esto en la última fiesta de Santa Teresa, en 2019.


La gente sencilla

Hoy seguimos la liturgia de la fiesta de Santa Teresa de Jesús, que tiene en España un rango superior. Se pretende que las lecturas “dibujen” en algún grado la personalidad o características de la Santa.

          Eclesiástico 15, 1-6: Así obra el que teme al Señor, el que observa la ley alcanza la sabiduría. El que observa la ley, alcanza la sabiduría: eso no es fruto del miedo a Dios sino la fidelidad amorosa a sus leyes, que supone una verdadera sabiduría. Santa Teresa de Jesús no sólo es santa por su vida, sino que por sus escritos y sana dirección de sus conventos, es considerada DOCTORA DE LA IGLESIA. Santa Teresa se salió del común. Su amplia producción es un verdadero tesoro de sabiduría divina, no sólo por la profundidad de sus libros sino por el grado místico vivido por la Santa.
          Ella (la sabiduría) le sale al encuentro como una madre y lo acoge como una joven esposa.  Lo alimenta (al que observa la ley)  con pan de inteligencia y le da a beber agua de sabiduría. Si se apoya en ella, no vacilará, si se aferra a ella, no quedará defraudado. Sería Un dibujo certero de la personalidad de Santa Teresa, que verdaderamente no quedó defraudada cuando vivió ese alimento.
          Es una realidad que esa sabiduría encumbró la vida de la Santa, y que se destacó sobre tantos otros: Ella lo ensalzará sobre sus compañeros y en medio de la asamblea le abrirá la boca. Lo llenará del espíritu de sabiduría y de inteligencia y lo revestirá con un vestido de gloria. Encontrará gozo y corona de júbilo, y un nombre eterno recibirá en herencia. La historia lo ha demostrado porque progresivamente se ha ido ensalzando la figura de nuestra santa mística, cuya vida y obra posiblemente sean de las más estudiadas y profundizadas en la vida de los santos.

          En el Evangelio (Mt.11,25-30) se le hace referencia con ese texto tan íntimo que nos aporta la liturgia de la fiesta. Jesucristo da gracias al Señor del Cielo y de la Tierra, porque estas cosas (los misterios de Dios) se la has ocultado a los sabios y entendidos, y se las has revelado a la gente sencilla… Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Teresa de Jesús era persona mucho más identificada con la sencillez, aunque alcanzó la gran sabiduría de la sencillez. Pero ella se sabía muy bien lejos de las sabidurías humanas. Su sabiduría era otra, la del corazón sencillo, la sabiduría de las cosas de Dios. Ella fue de las personas a las que se dio a conocer las profundidades de Jesucristo, y fue llevada a esa experiencia profunda por la mano del Padre. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y aquel a quien el Hijos se lo quiera revelar.
          Ella recibió como realidad personal suya aquella palabra de Jesús: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

          No quiero perder el hilo de la carta a los romanos, que se leerá hoy en las iglesias fuera de España. 1,16-25 nos dice que desde la creación del mundo, las perfecciones invisibles de Dios, su poder eterno y su divinidad, son visibles para la mente que penetra sus obras. Quien observa la naturaleza sin prejuicios no puede menos que descubrir la mano de Dios. Por eso realmente no tienen defensa  aquellos que, conociendo a Dios, no le han dado la gloria y las gracias que Dios merecía. Al contrario, su razonar acabó en vaciedades y su mente insensata se sumergió en las tinieblas.
          Alardeando de sabios, resultan unos necios que cambian la gloria de un Dios inmortal, por imágenes del hombre mortal, pájaros, cuadrúpedos y reptiles… Del último ídolo cantante, del último deportista que triunfa, y de la última artista, de tantos fetiches de la vida diaria.
          Por eso con razón los ha dejado Dios en la bajeza de sus deseos, con la consiguiente degradación de sus propios cuerpos, por haber cambiado al Dios verdadero por uno falso, adorando y dando culto a la criatura en vez del Creador.
          Creo que merecía la pena tener este tema  ahí delante, porque parece Pablo metido en la realidad del mundo presente, y saliendo al paso de una realidad actual que tenemos más que vista: bajeza de deseos, degradación del cuerpo… Muchas veces se preguntan los políticos qué es lo que está pasando… Y la última respuesta es sencillamente que el hombre de hoy ha quitado a Dios de su vida.


MI COMENTARIO EN EL BLOG, FUE ESTE.

El mundo. Y España concretamente ha quitado a Dios de su vida, y por esta causa el que crea que hemos llegado al límite de la maldad, aún se va a sorprender algún tiempo más, por desgracia. Sólo hay que mirar el pasado reciente de España y analizarlo desde el punto de vista cristiano para darse cuenta de las atrocidades a las que pueden llegar los hombres. Y esta generación piensa que es más moderna y está exenta de esos peligros, pero no es así. No hay nada nuevo bajo el sol. Por eso profetizo hoy que calamidades más grandes llegarán a España si no endereza pronto el rumbo, y le da a Dios su lugar.



AÑO 2011

SANTA TERESA es una atractiva santa mística y "andariega" por los caminos de España. Alma elevada por Dios y mujer infatigable en los "asuntos humanos" para gloria de Dios. Muy humana (ahí está su "Autobiografía"), y en las alturas del amor divino, adonde la eleva Dios con dones especiales (las "Moradas","Camino de perfección", sus poemas místicos).
La LITURGIA la enmarca entre un tema del Libro del Eclesiástico (15, 1-6) y el sublime agradecimiento de Jesús al Padre por haber revelado las maravillas divinas a los sencillos. En la primera Lectura, "el que ama al Señor alcanza la sabiduría". No la que se estudia en los libros sino la que "sale al encuentro"..., la que "cae" del Cielo como lluvia que empapa la tierra. Como "madre" que se hace presente al niño antes que el niño pida; como "la esposa de la juventud", que nunca es la mujer interesada que usa la mano izquierda para alcazar un propósito, sino la que es puro enamoramiento incondicional, e incondicionalmente se deja amar y se deja atraer.
Es la mujer sensata y prudente, con sensatez y prudencia que no son fingidas, sino que vive en la sublime y perenne alegría que -bien en sus palabras ("abriendo a boca", bien en sus silencios profundos del alma, elocuentes), siempre es un precioso poso sin fondo en donde se encuentra el vino de la embriaguez de un amor desbordante, que se da gratuitamente.
Por eso el Evangelio lleva de inmediato a la gozosa exclamación de Jesús, agradeciendo al Padre, que haya puesto tanta sabiduría en los sencillos de corazón, mientras los "sabios" de los libros y los teoremas se quedan metidos en sus pequeños espacios. Teresa de Jesús -que supo de agobios y sufrimientos- se recostó y apoyó en el Corazón manso de Jesús, y halló su absoluto descanso, aun por los caminos terrizos de aquella España de entonces, sembrándola de "palomarcicos", esos oasis de paz, oración y amor, que fueron sus conventos. Yugo suve, carga gozosa. que siempre vivió.. Vivió muriendo..., porque "vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero". Porque "veísme, aquí, mi dulce Amor, amor dulce, veísme aquí: ¡qué mandáis hacer de mí? Veis aquí mi corazón... Dadme muerte o dadme vida, dad salud o enfermedad, honra o deshonra me dad; dadme guerra o paz cumplida, flaqueza o fuerza a mi vida, que a todo diré que sí. ¿Qué queréis hacer de mí?".




AÑO 2015

Liturgia. Santa Teresa de Jesús
          Veisme aquí, mi dulce amor,
amor dulce, veisme aquí:
¿Qué mandáis hacer de mí?
Veis aquí mi corazón,
yo le pongo en vuestra palma:
mi cuerpo, mi vida y alma,
mis entrañas y afición.
Dulce Esposo y Redención
pues por vuestra me ofrecí:
¿Qué mandáis hacer de mí?
Dadme muerte, dadme vida;
dad salud o enfermedad,
honra o deshonra me dad;
dadme guerra o paz crecida,
flaqueza o fuerza cumplida,
que a todo digo que sí.
          Celebramos hoy la fiesta litúrgica de Santa Teresa de Jesús, y celebramos el 5º centenario de su muerte. Hoy se cerrará el AÑO TERESIANO, y se hará en Málaga con una solemne Misa en la catedral a las 19’30 horas.
          Las lecturas que enmarcan la fisonomía de la santa son: Ecclo 15, 1-6: El amor a Dios se manifiesta observando la sabiduría. Y la sabiduría sale al encuentro como una madre. No es la persona la que alcanza ese don de sabiduría. Es la propia Sabiduría quien alcanza a la persona, y la alimenta con el pan de sensatez y le da a beber vino de prudencia. Quien se apoya en esta Sabiduría no fracasará. Alcanzará gozo y alegría y recibirá un nombre perdurable.
          Mt. 11, 25-30 define qué sabiduría es la que verifica esa acción. Jesús da gracias a Dios y lo alaba porque estas cosas se las has revelado a los sencillos y quedan ocultas a los engreídos. Así, Padre, te ha parecido mejor. La ciencia de Jesús es paradógica: los “sabios” y entendidos de este mundo, no la captan, no la entienden. Están tan enfrascados en sus propias “ciencias” que están embotados para entender la otra Ciencia –Ciencia “al revés”- que promueve Jesucristo: la que expresa que los humildes, los pobres, los que sufren, los pacíficos y los limpios de corazón, son los felices y dichosos. La Ciencia que no se aprende en los libros sino que el propio Dios la revela en Cristo –su vida y su obra, su enseñanza- y que es una necedad para los que sólo aspiran al triunfo en este mundo. La Ciencia que enseña la extraña asignatura de que estar con Cristo y seguirlo exige la abnegación del propio Yo, y estar convencido de que de nada vale ganar el mundo entero si arruinas tu alma. La ciencia que acaba sabiendo que hay que cargar el yugo de Cristo y saber que es yugo y no facilidades dulces de almas almibaradas, pero que ese yugo –llevado con Cristo y por amor a Cristo- se hace suave y merece la pena llevarse.
          Estas cosas son las que aprenden las almas sencillas; almas que se apoyan en Jesús porque Él es humilde y bondadoso, de corazón abierto, y en Él tiene apoyo la persona que cree no poder más…, que se siente cansada y agobiada… Y que precisamente halla su fuerza y valor en esa mirada a Jesús que porta en sus espaldas la ciencia de la Cruz.
          Algo de esto se ha trascendido en el fragmento con que se abre hoy nuestra reflexión en el blog.

          No quisiera dejar pasar de largo la riquísima lectura de Rom. 3, 21-30, una exaltación maravillosa de la gratuidad de la Gracia de Dios, porque ella nos ha salvado. ¿Y qué estratagema ha usado Dios para salvarnos? – Encerrarnos a todos en un inmenso saco de pecado: todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios. Ahora queda que –cargado ese saco sobre las espaldas de Jesús- sea llevado a la cruz y allí quede saldada la deuda. Sin esfuerzo de nuestra parte, sino con la infinita misericordia de Dios son justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención de Cristo Jesús, a quien constituyó sacrificio de propiciación mediante la fe en su sangre.
          No quedó impune el pecado. Pagó toda su malicia. Pero el cargo no se hizo sobre nosotros sino sobre Jesús, que paga con creces, cancelando la culpa del que apela a la fe en Jesús.
          Esa es la ciencia de Teresa de Jesús. Así puede presentarse ante Dios: Véisme aquí, mi dulce amor…; ¿qué mandáis hacer de mí? Veis aquí mi corazón, yo le pongo en vuestra palma: mi cuerpo, mi vida y alma, mis entrañas y afición. Rendimiento total y disponibilidad total. Porque al amor hay que responder con las obras del amor.

AÑO 2013
 Santa Teresa de Jesús y sinceridad por delante.
             Fiesta litúrgica y –por tanto- con Lecturas propias. Una primera lectura [Ecclo 15, 1-6] acentuando la sabiduría (término bíblico de orden muy significativo en la dirección hacia a Dios…, o proveniente del mismo Dios). Se compone de sensatez, prudencia, confianza en Dios, firmeza… Y un nombre perdurable  (Con todo lo que ese “nombre” significa en el sentido espiritual). Y pasando al Evangelio [Mt 11, 25-30], la clave de toda sabiduría es conocer a Dios“y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien Él se lo quiera revelar”.  Estamos en eso: cómo Jesús quiso revelar a Teresa al Padre, y como ella –con su nueva sabiduría- pudo escribir esas joyas descriptivas autobiográficas, o esos pozos sin fondo de sus manifestaciones místicas.  No cabe duda que Teresa había recibido esa gracia de la revelación de  Dios por parte de ese Cristo que le enamoró y por el que ella fue lo que fue.
             Sus escritos, de alto valor teológico, espiritual, descriptivo y místico, le llevaron a ser considerada Doctora de la Iglesia.


AÑO 2014

ZENIT: Audiencia general del Papa

Francisco propone a santa Teresa de Jesús y san Juan Pablo II como modelos de radicalidad evangélica
En la audiencia general el Papa continúa la serie de catequesis sobre la Iglesia y reflexiona sobre el destino final del pueblo de Dios
15 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El santo padre Francisco ha hecho una pasusa en los trabajos del Sínodo de los Obispos, para acudir a la plaza de san Pedro y pasar la mañana del miércoles acompañado de los miles de fieles que han acudido a la audiencia general.
Durante aproximadamente media hora, el Papa ha paseado por los pasillos de la plaza en el jeep descubierto, saludando a los peregrinos venidos de distintas partes del mundo. Al grito del "¡Viva el Papa!", los fieles entusiasmados daban la bienvenida al Pontífice. Y así, agitando las banderas, las pancartas y acercando a los más pequeños para que recibieran la bendición ha dado inicio el encuentro.
Francisco ha recordado durante la audiencia que hoy es la fiesta litúrgica de santa Teresa de Jesús, carmelita descalza, virgen y doctora de la Iglesia. Asimismo, ha indicado que mañana es el aniversario de la elección a la sede de Pedro de san Juan Pablo II. "Estos dos santos están unidos por el confiarse a Dios, por la dedicación a la Iglesia y de la vida mística. Aprendamos de ellos la radicalidad evangélica y el crecimiento en la plena comunión de Dios", ha exhortado.
Siguiendo con la serie de catequesis que en las últimas semanas ha realizado sobre la Iglesia, hoy el Santo Padre ha reflexionado sobre el destino final del pueblo de Dios. De este modo, Francisco ha pronunciado las siguientes palabras en español resumiendo la catequesis:
"Queridos hermanos y hermanas: En esta catequesis vamos a preguntarnos por el destino final del pueblo de Dios. Qué tenemos que esperar. El Apocalipsis nos presenta dos imágenes: la esposa que espera a su Esposo, y esto nos habla del proyecto de comunión con la persona de Jesús que Dios ha trazado a lo largo de la historia, y la otra imagen, la Nueva Jerusalén, que evoca el lugar donde todos los pueblos se reunirán junto a Dios.
La esperanza cristiana engloba a toda la persona, pues no es un mero deseo,  o un optimismo, sino la plena realización del misterio del amor divino, en el que hemos renacido y en el que ya vivimos. Nosotros deseamos, anhelamos, la venida de Nuestro Señor Jesucristo, y Él se hace cada día más cercano a nosotros para llevarnos finalmente a la plenitud de su comunión y su paz. Por ello, la Iglesia tiene la misión de mantener encendida la lámpara de esa esperanza, como signo seguro de la salvación. Debemos preguntarnos si de verdad somos testigos luminosos y creíbles de esa esperanza, si nuestras vidas, nuestras comunidades, manifiestan la presencia del Señor y la espera ardiente de su venida, si no corremos el riesgo de agotar el aceite de nuestra fe y de nuestra alegría".
A continuación, el Papa ha saludado  a los peregrinos de lengua española, "en particular a los grupos provenientes de España, México, Costa Rica, Argentina y otros países latinoamericanos. Que María Santísima, Madre de la esperanza, nos enseñe a gustar ya desde ahora del amor de Cristo que un día se nos manifestará en plenitud. Muchas gracias".  

Tras los saludos en las distintas lenguas, el Papa ha dirigido un pensamiento especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Y así, ha pedido seguir invocando la intercesión de la Virgen María sobre el Sínodo por la Familia. A los jóvenes les ha pedido "dar las gracias siempre al Señor por el don de la familia", a los enfermos les ha exhortado a "unir la ofrenda de vuestro sufrimiento a la intención de oración por la paz en las familias". Y finalmente, a los recién casados les ha animado a "fundar vuestra casa conyugal en la roca de la Palabra de Dios".


AÑO 2016
Hoy se celebra a SANTA TERESA DE JESÚS, la gran mística española, a quien Dios reveló secretos del saber y el tesoro inmenso del conocimiento ardiente de Jesucristo. Por él vivió, se afanó, trabajó, recorrió caminos y fundó conventos de almas dedicadas a la contemplación.


AÑO 2014
SANTA TERESA DE JESÚS
          La Santa española tiene en nuestra liturgia el rango de fiesta, lo que lleva a unas lecturas elegidas para la misa, y que intentan barruntar de alguna manera rasgos del santo que se celebra.
          Hoy se diseña un marco de sabiduría para presentarnos a la doctora de la Iglesia. Ya decía ella que quería para sus conventos mujeres de buen entendimiento; que la santidad la irían adquiriendo. Ese buen entendimiento no supone inteligencias preclaras, mujeres sabias en las ciencias humanas. Pero sí que estuvieran dotadas de un sentido común, una visión realista de la vida. No buscaba mujeres místicas. Las quería capaces de poder serlo, precisamente por su sabiduría y capacidad de inteligencia en las cosas de Dios. La 1ª lectura del libro del Eclesiástico presenta a la persona que ama al Señor, porque ella vivirá la unión con Él. Porque esa será su sabiduría, una sabiduría que es madre y que es esposa de las almas sensatas y sencillas; que alimenta y sacia como pan y agua; que fortalece y nunca fracasa. Que admira a quienes conviven con esa persona sabia.
          Y el Evangelio –ya clásico (Mt11, 25-30)- en el que Jesús prorrumpe en gozo de su espíritu porque las cosas verdaderamente importantes en el Reino las capan los sencillos y humildes… Porque esa sensatez de la persona cuerda es la que hace cuna a las grandes manifestaciones de Dios. El que podamos conocer al Hijo es porque el Padre lo revela; el poder conocer al Padre es porque el Hijo lo revela. Y puede conocerlo aquel a quien el Hijo lo quiere revelar. ¿Es que el Hijo no quiere revelarlo a todos? ¡Sí que quiere! Pero sólo tienen capacidad de recibir esa revelación los que son sencillos y sensatos, humildes y capacitados para no buscar más allá que lo que Jesús mismo quiere revelar.
          Y la gran revelación es conocer al Corazón de Jesucristo…, y en consecuencia saber relativizar todo lo demás. Lo que Jesús promete no es quitar sacrificios y sufrimientos, cargas y yugos de la vida y de la convivencia. Lo que Jesús promete es hacer llevadero todo eso, hacerlo suave… Esa es la fuerza de la sabiduría de los sencillos, de los que se hacen a un lado, de los que no aparecen, de los que no se creen infalibles, de los dejan cancha al contrario para que también él tenga donde jugar su partida.
          Por eso mismo no comprendemos todos esos misterios del Evangelio: porque muchos nos hemos subido a nuestro pedestal y no estamos dispuestos a bajarnos de él. Y entonces los yugos y cargas se nos hacen tan pesados que no podemos sobrellevarlos con la paciencia, la elegancia, la humildad y la caridad con que lo llevan esas almas “simples”, que en realidad han puesto su sencillez en una sensatez humana, sin pretensiones de “santidades” que muchas veces son difíciles de sobrellevar por los que conviven. Y en realidad esos son los “Teresa de Jesús”, una santa de cuerpo entero y profundamente humana.
AÑO 2012 La MÍSTICA DE ÁVILA SANTA TERESA DE JESÚS Hoy, en España, es FIESTA litúrgica. Por eso prevalecen las lecturas de la santa sobre la lectura continuada. Santa Teresa de Jesús. la gran Santa española en la que se juntan una inmensa humanidad de mujer sensata y con los pies en la tierra, y un alma que vuela por las regiones más sublimes y que muere porque no muere…, porque su vida está más allí que aquí. Las lecturas de su Misa propia entran en el tema de la sabiduría que es propia de la sublimidad de sus conocimientos místicos, que sólo pueden venir de Dios. Porque “esa SABIDURÍA” viene a expresar la presencia misma de Dios, que sale al encuentro como una madre y recibe a la Santa como a una esposa de juventud. Y Él la alimenta con pan de sensatez y vino de prudencia. Será el apoyo de Teresa que así no vacilará ni fracasará. Es la evidente descripción del encuentro sublime del alma de Teresa con Dios.. El encuentro místico no puede ni sospecharse, ni calibrarse, ni entenderse sino desde la misma experiencia sublime de quien ya ha llegado a ser el labrador que no tiene que regar con esfuerzo, porque la lluvia caída del Cielo le está regando sus campos. Así lo describe la propia Teresa. Los gozos de la experiencia mística no tienen parangón. La Biblia los describe –por intentar ofrecer una lejana comparación- con el gozo que el esposo encuentra en la esposa. ¡Y eso queda tan lejos, en la realidad, que es un gozo puntual y pasajero, o entremezclado con las dificultades y carencias de lo humano. El encuentro místico –que precisamente tiene su gran máxima experiencia el el llamado “matrimonio espiritual”, equivale a una fusión plena entre el alma y Dios, entre Dios ey el alma, como para vivir el gozo inenarrable del amor realizado en su más plena satisfacción. Y lo es así porque no es temporal, no es un instante ni unas circunstancias concretas: es un encuentro anticipo del Cielo, y por tanto con infinitud de “eternidad”, de fruición que no puede perderse, de fusión del alma con Dios y de Dios con el alma. Lo que no quita lo que los místicos llaman la noche obscura, que son esas apariencias de “ausencia” de Dios, aunque Dios nunca se ausenta. Pero el alma llega a tener la sensación del Dios ausente. Lo que es tanto más penoso e hiriente al alma cuanto que el místico ya no tiene más vida que Dios. Y si “siente” como que se le ha ausentado, le falta el propio oxígeno y sufre la herida interior más dolorosa y sensible que puede recibir…, pero paradójicamente está herida de amor. Ese sublime –como difícil Libro de la Biblia, del Cantar de los Cantares es el libro del AMOR que expresa con las más imprevistas imágenes –no siempre fáciles de captar- el amor loco de la amada (el alma), que busca enloquecida a Dios, EL AMOR DE SU ALMA. Bien podemos decir quienes somos profanos en la materia que nos resulta incomprensible. Pero también es cierto que toda alma de oración puede tener experiencias en tono menor, de esta posibilidad. La CONSOLACIÓN de que habla San Ignacio, dentro de la vida “llana” del espíritu en sus ascesis hacia Dios en la vida de oración y de camino hacia la perfección, puede darle una idea. Por eso la liturgia de la fiesta culmina en culmina con la joya evangélica de Jesús dando emocionadas gracias al Padre por haber revelado esas cosas al alma sencilla mientras que quedan tan “a dos velas” los enrevesados discursos de los sabios. Desgraciadamente hay muchos “sabios” que no llegan ni a barruntar estas cosas. El refrán de que no se hizo la miel para la boca del burro, traduce perfectamente al lenguaje ordinario la expresión de Jesucristo. Entonces en el propio Jesús quien dice que el Padre se revela a Él (el único que puede captar lo sublime de Dios), y que Él lo puede dar y trasmitir a quien Él se lo quiere recelar. En realidad la experiencia mística es un don, y el donante da a quien quiere. No puede uno alcanzarlo por la fuerza ni por sus medios. Que tampoco niega –como la misma Santa teresa explica- que el alma que llega a la oración con apertura honrada de sus alma, sin reservarse, sin ponerse a cubierto de exigencias divinas, a través de esa oración diaria, fiel, disponible a Dios y obediente a sus planes, va acercándose a la esfera en la que está m´s idóneamente abierta a donaciones más elevadas del Señor. Pero el DON es siempre don…, y no se compra nunca por medios humanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario