domingo, 13 de diciembre de 2020

Inmaculada Concepción de María

 Escrito por el sacerdote Manuel Cantero y publicado en su blog el 8-12-2019.


LITURGIA    La Inmaculada
                      Celebra hoy la Iglesia la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, una de las fiestas más luminosas, que nos lleva al privilegio excepcional que obtuvo María de no tener el pecado original que marca la vida de la humanidad desde su concepción. María fue preservada de esa mancha por privilegio especial de Dios, y en aplicación adelantada de los méritos de la redención de Jesucristo. De modo que María fue también redimida, para no caer; nosotros somos redimidos después de haber contraído la mancha inicial, por pertenecer a la descendencia de Adán.
          La 1ª lectura (Gn.3,9-15.20) nos narra esa realidad con la riqueza de imágenes propias de la Biblia. Dios dio al hombre y la mujer todo el dominio de la existencia, pero con la condición de respetarla. Y como una prueba simple de que respetaba los planes de Dios, puso Dios el veto sobre el árbol de la vida. De ese árbol no podía comer, porque representaba la paternidad de Dios, y desgajar su fruto equivalía a desgajarse de Dios. Una prueba muy simple, pero válida para mostrar la obediencia a Dios, que había dado toda la Creación para disfrute del género humano.
          Adán y Eva se saltan el plan de Dios, echan mano del fruto de ese árbol, y en ese momento pierden la amistad con Dios. Dios pregunta qué han hecho y Adán le echa la culpa a Eva, Eva se la echa a la serpiente, como elemento de tentación que les ha engañado, prometiéndoles que con la comida de aquel árbol serían como dioses. Pecado, pues, de soberbia, de pretender arrebatarle el poder a Dios.
          Y Dios maldice a la serpiente y hace una promesa de renovación del plan salvador: pondrá enemistad completa entre la mujer y la tentación. Esa Mujer será la Madre del redentor que derrotará al demonio. Esa Mujer no tendrá relación alguna con la tentación. Esa Mujer está concretada, al cabo del tiempo, en la persona de María. He ahí por qué esta lectura para definir a María como Mujer inmaculada.

          La Maternidad de María sobre el Hijo de Dios está expresada en el evangelio de hoy (Lc.1,26-38), y el secreto está en que María sí es obediente a Dios en todos los detalles, y cuando Dios le presenta su plan de salvación, en el que cuenta con ella, obedece rendidamente y pronuncia su palabra de rendición absoluta a la voluntad de Dios: Hágase en mí según tu palabra. Y en ese instante el Verbo de Dios, el Hijo del Dios Altísimo, entra en el seno de Maria bajo la acción del Espíritu Santo.

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